Como en toda primera entrega, nos
encontramos con un libro lleno de explicaciones sobre el mundo fantástico de la
saga Vanir. Donde nos mostrará dos grandes razas, los vanir (vampiros) y los berserker (lobos) y sus
típicas rivalidades.
Nos encontraremos con Caleb, el líder
de los Vanirios y con Eileen, quién es
la primer hibrida entre las dos razas, quién llega para unir a éstas dos
bandas.
Me declaro una gran fan de los
libros paranormales romántico, y soy bastante exigente a la hora de tener que
reseñar uno. Y la verdad es que siendo sincera, este libro me gusto muy poco.
Creo que se debe a que la escritora recién estaba comenzando a escribir esta
historia, porque la verdad es que en sus próximos libros ira mejorando muchísimo
sus personajes y las tramas de las novelas.
Me parece que el libro no tiene
lo que debería tener para ser el primogénito y poder así enganchar a más
seguidores. Caleb no me terminó de cerrar, se supone que estamos hablando del líder
de los vanir y sin embargo creo que el personaje le quedó grande. Además de que
odié el trato que le brindó a Eileen en la primera parte de la historia y a
partir de ahí no pude simpatizar con él.
Voy a guardarme la larga lista de
puntos negativos que le vi a éste libro, simplemente para que le den una
oportunidad a la historia, ya que a medida que avanza la saga, su calidad
mejora muchísimo. Mi consejo es, que
este libro es un mal necesario para poder llegar a lo bueno.
Este libro me ha gustado mucho más
que el anterior, y es que los
dioses comienzan a mover sus piezas en la tierra para que todos puedan
enfrentar el Ragnarök.
En el libro anterior pudimos
conocer a Ruth la mejor amiga de Eileen, quién en esta oportunidad podrá contarnos su
propia historia. Ella está destinada a ser la sacerdotisa que guía a las almas después
de la muerte. Me gusto su personalidad llena de energía y alegría, es de esos
personajes que son queridos por todos los que la rodean. Se comportó en todo
momento como una mujer digna y fuerte aunque Adam luchara por hacerle la vida
imposible.
Y por otro lado tenemos a Adam,
un berserker quien tiene el
poder de la profecía, y que en sus pesadillas es atormentado por Ruth. El
personaje se muestra torturado la mitad del libro, hasta que descubre la
verdadera realidad respecto a Ruth. Es un hombre que ha sufrido muchas pérdidas
en su vida y esto lo lleva a ser desconfiado y rudo.
Sin
duda, lo mejor de este libro fueron los sobrinos de Adam, ¡Nora y Liam! Quienes
me hicieron soltar un par de sonrisas y ternura más de una vez. A partir de
este momento, se volverán muy importantes para toda la saga.